Posts Tagged Novela negra
“Una historia de campesinos, jueces y verdugos”
Posted by emilibayo in Novela, Uncategorized on Juliol 10, 2025
Anton García, Crónica de la luz y de la sombra.
Pez de Plata, Oviedo: 2025
El padre Ángel Ciarán acercó el crucifijo a la boca del que iba a morir, que lo besó; aunque la vista de Gancedo estaba puesta de reojo hacia donde estaba el corte de la fana de Xinestaza, donde quedaba Concha Calzón, su amante. Pensó en ella una última vez, en el calor de su cuerpo, en aquellos labios húmedos, en el sexo. Recordó la luz de aquellos días en La Zorera, la felicidad sobre la piel, pero de repente sintió que la sombra se apoderaba de él y estuvo a punto de echarse a llorar, emocionado. El fraile dominico caminó hacia el centro del patíbulo y estiró los brazos al cielo, llamando más a la ovación que a la oración. Con su voz potente y entonada, atronando, arrancó a rezar mientras animaba con los brazos a que los creyentes lo siguieran: «Credo in unum Deum, Patrem omnipotentem, factorem caeli et terrae…». Mayoral, ya situado detrás del preso, cogió con la mano derecha el rabil del garrote mientras con la izquierda le tapaba la cara con un paño negro. Nunca usaba el mismo trapo de un ajusticiado para otro, como si fuera necesaria semejante medida de higiene. El gentío acompañaba en el rezo como si una colmena estuviera enjambrando. Un guardia civil de los que estaban haciendo guardia cayó al suelo. Cuando el rezo llegó a «Deum de Deo, lumen de lumine…» Gregorio Mayoral dio tres cuartos de vuelta a la palanca. Tardó apenas dos segundos en hacerlo. Con el rumor del rezo no se sintió el crujir de las vértebras ni la boqueada que dio Gancedo. La gente calló, pero el padre Ciarán, sin dejar el credo, volvió sobre sus pasos hasta donde estaba el reo y levantó una esquina del trapo, asomándose con cuidado a la cara del ajusticiado. Le pareció que estaba dormido, aunque tenía los ojos entreabiertos. Esperaba encontrar una mueca de espanto, el gesto del sufrimiento o del dolor, de la dentellada de la muerte al fin y al cabo; pero aquel rostro sereno, lleno de placidez, lo reafirmó en la creencia que venía arrastrando: la de que el condenado por la justicia de los humanos moría en gracia de Dios, y se persignó delante de aquella evidencia.
Espiritismo durante la Guerra Civil
Posted by emilibayo in novela española on Abril 8, 2023
Juan Ramón Biedma, Crisanta. Una novela de fantasmas durante la Guerra Civil.
Alianza Editorial. Madrid: 2023
Una extraña novela de ambientes turbios, crímenes cruentos y sesiones espiritistas con el trasfondo de Queipo de Llano sometiendo Sevilla. Muy recomendable.
Personajes muy potentes como Crisanta o el padre Juan Serrador.
«El padre Juan Serrador termina de abotonarse la sotana como el que concluye la más pesada de las cargas diarias y se deja caer sobre la cama. No termina de volver a acostumbrarse al peso y al engorro del ropón sagrado después de los años de capellán castrense vestido con el uniforme de la Legión.
Por eso, algunas noches, recupera sus ropas seglares y se pierde en esa otra vida que tan poco tiene que ver con todo aquello, una realidad que, como anteayer con el piloto alemán, ha estado más de una vez a punto de costarle un nuevo escándalo igual al que lo ha traído hasta aquí.»
Será nuestro secreto, la última novela de Empar Fernández
Posted by emilibayo in novela española, Uncategorized on Abril 9, 2022
Empar Fernández, Será nuestro secreto.
Ed. Alrevés, Barcelona: 2022.
Una magnífica novela negra escrita con una prosa deliciosa.
«Tedesco baja del autobús dos paradas antes de la que queda más cerca de su casa. Prefiere caminar unos minutos, aunque el relente del anochecer le obligue a avanzar encogido y con la cabeza medio oculta por las solapas del abrigo. Como una vieja tortuga, piensa al encorvarse todavía más y encoger el cuello. Como un animal longevo que pierde facultades. Con los sesenta a la vuelta de la esquina, se siente viejo y desalentado.
A veces, en los malos días como el que acaba, el policía piensa en sí mismo como en un farsante, en un inútil. Hace días leyó algo sobre el síndrome del impostor, que consiste en experimentar la certidumbre de que los logros personales no son el resultado del empleo de las propias capacidades, sino de la buena fortuna, de inexplicables golpes de suerte. Dada la incapacidad para avanzar en el caso, Mauricio Tedesco se siente un impostor a sueldo de la ciudadanía».
La ciudad de la furia
Posted by emilibayo in Novela, Uncategorized on Març 29, 2021
Ernesto Mallo, La ciudad de la furia, Siruela, Madrid: 2021.
«…¿ya no soy el boludito ignorante que fui. Los libros me enseñaron muchas cosas del mundo de mierda donde vivimos. Pero lo más importante: me enseñaron quién soy y me enseñaron que hay que dar a los demás. ¿Vos qué les das a los tuyos? Educación. ¿Qué educación, esa que los hace buenos esclavos? Eso no es educación, es domesticación. Vos te pasaste al otro bando, ¿A qué bando? El de los explotadores. ¿Quiénes son? Los que nunca se ocuparon de la pobreza. A los que nunca les importamos. Nosotros encontramos la única manera de escapar de la miseria: la droga. Ahora nosotros somos ricos y ellos, los que vos servís, están muertos de miedo. Ellos nos persiguen con su policía y su sistema penal, pero nosotros ya no somos los explotados sumisos, somos una masa cultivada en el barro, analfabetos diplomados en las cárceles. Vos sos de los que quieren cambiar el mundo sin darse cuenta de que el mundo ya cambió. ¿Ah, sí?, no habrá sido para mejor. ¿Qué es mejor, Palanca, y para quién? Para nosotros es mejor, la droga es una posibilidad, una salida. Esta es la era de la posmiseria que generó una cultura asesina, la misma de siempre, pero ahora las víctimas no somos solamente los pobres, ¿entendés? Ahora tenemos dinero y el dinero nos proporciona tecnología, tenemos teléfonos celulares, satélites, internet, armas modernas. Y somos muchos. Y no tenemos miedo a morir».
Un tío con una bolsa en la cabeza
Posted by emilibayo in novela española on Març 19, 2021
Alexis Ravelo, Un tío con una bolsa en la cabeza. Siruela, Madrid: 2020.
«No hay mayor tirano que un enano con el látigo en la mano. Eso solía decir el Viejo. Eso lo había leído o lo había sacado de una canción, no lo sé. El tipo o la tipa que no aprobaron los exámenes para policía y acabaron de seguratas, los auxiliares de clínica que no pudieron o no supieron ser enfermeros, el cabo chusquero, el peón de la cuadrilla al que le toca controlar el tráfico con un cartelito y unos conos en mitad de la carretera, la tía que quería ser jefa de negociado y ha acabado recogiendo documentación en el registro, el juez o la jueza que no consiguen ascender y siguen en la Audiencia Provincial, acumulando autos que no interesan a nadie hasta que un día les cae por turno un caso sonado con el que pueden lucirse y salir en el periódico, el calvo que pudo ser metre y no pasó de jefe de rango, la rubia teñida que estudió Economía y Finanzas, pero solo consiguió ser encargada de turno en ese supermercado de barrio. Esos, esas, están ahí esperando a que llegues a la puerta que custodian, el hospital por el que se arrastran, el batallón donde sirven, la carretera que controlan, el registro donde vegetan, el juzgado en el que sojuzgan, el lado del comedor en el que lamen culos, el supermercado en el que se pudren. Si te encuentras algún día a su merced, pagarás por su fracaso como si fuera el tuyo, probarás el sentimiento de humillación que, generosamente (y eso es lo único en lo que son generosos), propagan por el mundo. Esos son los enanos del látigo y el látigo está hecho de normas, de órdenes dictadas por otro al que ellos nunca son capaces de identificar, de reglamentos, de normativas, de leyes, de políticas de empresa. Todos, todas, soñaron con llegar a tener poder. Poder del de verdad. De ese que te permite dictar normas, decidir la suerte de seres anónimos a quienes jamás verás el rostro, cambiar el mundo, parar el tiempo, hacer que se te recuerde cuando ya no estés…»
La consistencia de la prosa de Padura
Posted by emilibayo in Uncategorized on Agost 13, 2018
Leonardo Padura, La transparencia del tiempo,
Tusquets, Barcelona: 2018.

La convicción de que la escritura apenas resulta la posibilidad de construir a otros a partir de lo que tú has sido y eres te había servido para intentar distanciarte de ti mismo, verte desde una perspectiva que resultó ser reveladora, amable y dolorosa a un tiempo. Porque tu dudosa capacidad imaginativa está determinada por una experiencia vital, libresca reducida y, sobre todo, recurrentemente propia y, por lo mismo, contaminada. Por ello, al tiempo que avanzabas, amontonabas folios, leías, copiabas datos, habías ido percibiendo ese clarificador alejamiento, porque ibas convirtiéndote en otro, liberándote de ti mismo y de alguna manera completándote en esos otros. Ganando libertad. ¿Eso es escribir? ¿Transmutarte en otro? ¿Renunciar a ti mismo en favor de lo creado? ¿Tratar de recomponer lo que no tiene la posibilidad de la restauración? ¿Manipular el torpe espectáculo de la vida vivida, sin dueño previo posible, y transformarla en una creación más benévola y lógica, de alguna forma menos humana y por eso mismo más satisfactoria? ¿Jugar a ser libre? ¿Incluso ser libre?
Sucios y malvados, de Juanjo Braulio
Posted by emilibayo in novela española, Uncategorized on Desembre 18, 2017
Juanjo Braulio, Sucios y malvados. Ediciones B. Barcelona: 2017

«Le encanta Roma. A millones de turistas también, aunque por razones muy diferentes a las suyas. Los visitantes quieren religión, arte o historia que se puede adquirir a plazos y, por eso, la ven bella o creen verla. A él le enamora por todo lo contrario. Porque la ciudad y él son iguales: viejos, sucios y malvados. Que toda esa gente no se percate de ello hace de su vida en Roma un perpetuo deleite.» (pág. 30)
Entrevista a Lectura
Posted by emilibayo in Emili Bayo, novela española on Mai 7, 2017
Entrevista d’Anna Sàez a Lectura, Suplement dominical del diari Segre (07/05/2017)







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