Pere Cervantes, El chico de las bobinas,
Destino, Barcelona: 2020
«A mis casi cincuenta arrastro un importante número de fracasos sentimentales. Y con el paso del tiempo la cosa no mejora. Ya no es que uno se vuelva más exigente con los demás, sino que se vuelve más tolerante consigo mismo, y esa tolerancia se convierte en comodidad, en una suerte de equilibrio que se solidifica y que, como tal, se hace inexpugnable. La soledad, como la tecnología, crea adicción.»