Andreu pudo sentir el amargo licor calcinar sus tripas y seguir el dolor físico que, como un reguero de lava, se alejaba de su garganta en dirección a su estómago. Incapaz de pensar en otra cosa, durante unos instantes experimentó algo cercano al olvido. Contemplando la copa como si pudiera encontrar en ella un rastro mágico, Claudine continuó:
― Con agua la absenta pierde transparencia, queda turbia. Algunos hablan del hada verde que duerme en el fondo enmarañado de las copas. Dicen de ella que es una mujer diminuta y tan bella que se apodera de la voluntad de los hombres débiles. Dicen que los pierde, que les sorbe la energía, que devora la cordura y que les roba la libertad. Si la ves una sola vez, estás atrapado, ya no puedes hacer nada. Se aloja en tu mente y allí se queda, como la absenta. Dicen que exige más y más, que es insaciable, exige tanto que hay quien le entrega la vida entera.